Independencia

Si el pueblo español fuera capaz de empatizar con la concentración de un casteller al enfundarse la faixa, ayudado por un amigo elegido por él; el esfuerzo común que supone izar a un crío a la altura de ocho hombres; la alegre delicadeza del Ball de la Bola; y el trance akelarresco de la Cercavila Infernal.. no sería necesario siquiera nombrarla.